Yo tenía un sueño de España… pero ese sueño murió hace tiempo. El que me acunará esta noche, será mejor. Mi guía en los Años Oscuros. Y vivirá por siempre jamás. Ej12Ms

3 jul 2012

Sesión Golfa (XI)


TÍTULO ORIGINAL. Independence Day
AÑO. 2012
DURACIÓN. Indefinida
PAÍS. España
DIRECTOR. Herep
GUIÓN. El Ejército de los 12 Monos
MÚSICA. Samuel Barber
FOTOGRAFÍA. Alfonso Guerra
REPARTO. Desconocido
PRODUCTORA. Transición Española Productions, s.a.
GÉNERO. Inclasificable
SINOPSIS. Vaya por delante que, en mis treinta y tres años de experiencia, nunca me había encontrado ante una situación como esta. He visto películas de todo tipo y de todo género… buenas, malas, regulares, excelentes… pero jamás, en las diversas críticas hollywoodienses que vengo realizando para el Servicio de Inteligencia de El Ejército de los 12 Monos… Sección Cantina… he escrito mis letras sin haber visto la cinta en cuestión.

Ayer, justo doblar la esquina del Cine Agustín, recibí la llamada de uno de mis confidentes, alias Topo, que con voz acelerada y entrecortada a causa de las interferencias del satélite PAZ… supuse… me advertió del peligro latente en el patio de butacas.

Información captada..

Así que la crítica… atención, quien esté interesado que no siga leyendo, no vaya a chafársele el invento o se eche a perder la curiosidad morbosa… la escribo basándome en las pocas palabras que el Topo compartió con un servidor.

Por lo visto, la película es inclasificable desde la Alpha a la Omega. Ciencia-Ficción, terror, gore, autor, surrealismo, hipermetropialismo, guarrandismo… La crítica, ninguna y de ningún rincón del globo, no ha abierto la boca para adjetivar el género.

La acción se sitúa allá por los inicios del s. XIX español, en la muy soleada y alegre ciudad de Cádiz donde una mañana, unos ilustres personajes reunidos alrededor de una sala perfectamente ataviada con enormes fuentes de fresco pescado, roja carne y buenos caldos de la tierra, celebran la firma de un documento… una carta… no sé.

Hablo de oídas, recordad.

Es en esos días de vino y rosas cuando, súbitamente, aparece en el horizonte un enorme disco volador, rompiendo las lineas de azul y oscureciendo la luz y las risas de todos los ciudadanos con su plagio de eclipsis. A medida que se acerca al centro de la ciudad, el pueblo comprueba que es una enorme nave espacial, de cantos redondeados y ningún ángulo cerrado. Y no está sola. En todas las ciudades de más de 2 habitantes, sobre la plaza del Ayuntamiento, se han aparcado naves de similares características.

Incluidas las aldeas gallegas y los cortijos andaluces.

Tras el terror inicial lógico al sentido de supervivencia, los terrícolas hispánicos empiezan a mostrar curiosidad por esas moles de metal que se mantienen suspendidas sobre sus cabezas, llegando, en algunos momentos, a sentir por ellos un fervor casi religioso. Por doquier se organizan acampadas, celebraciones, barbacoas de caballa… y se fundan cientos de asociaciones, como la Asociación Nacional de la Alianza Intergaláctica, la Unión General de Terrícolas del Universo o el Gran Oriente Jedi.

A los cinco minutos de película, todos miran al cielo en busca de la esperanza perdida… o la bendición malograda… la Galaxia Prometida… el maná o el oro Inca.

Hasta que, envuelta entre humo, brillantes luces de todos los espectros y una música de organillo andante, una plataforma situada en la base del OVNI se empieza a separar de la perfecta estructura y se inicia un descenso lento… lento… pero imparable, hacia la misma plaza de la Casa del Pueblo.

Según la versión de mi garganta profunda particular, en ese preciso momento el público que abarrota cualquiera de los cines en los que se proyecta la película, deja de comer palomitas automáticamente. Los vasos se vierten. La expectación del patio de butacas poco tiene que envidiar a la de los protagonistas de la cinta. Incluso los acomodadores olvidan sus labores para con el control de esas manos demasiado largas, y esos vicios demasiado incontrolables.

Porque tras posarse la fría y pulida plataforma de alienígena metal, aparecen las figuras de varios hombrecillos negros y de largos bigotes, con narices afiladas y ojos vivarachos. De dedos largos y huesudos, no dejan ni un instante de frotarse las manos. Pero, por encima de todo, aquello que más destaca en estos viajeros del espacio exterior, es su zalamera simpatía, la armonía de sus gestos y la gracia y fragilidad con la que brotan sus palabras y pensamientos. Al punto que… bueno, no sé, Monos… no sé si no dispondrán de esa capacidad psíquica… la de leer la mente… pero no me extrañaría dada la habilidad que poseen para decir aquello que quiere escuchar el público presente.

Y esos aliens, merced a la facilidad humana a creer en cualquier cosa, fácilmente se abren camino hasta compadrear, en la misma plaza de aterrizaje, con unos sufridos ciudadanos deseosos de un Dios supraterrenal.

¿Quién quiere un papelajo de arroz con cuatro o cinco firmas teniendo delante un ente venido de más allá de donde alcanza la vista?

En apenas diez minutos más, los terrícolas hispanos, influidos mental y psiquiátricamente por los viajeros de las estrellas, queman todo lo que poseen, pues el fruto de los días pasados no es nada comparado con la exquisitez embriagadora del viaje molecular, ahora posible gracias a las enseñanzas de unas mentes tan sabias como la de los nuevos inquilinos del planeta. El Pasado se desprecia, arrinconándose su legado en el olvido, y se abren los brazos a esa nueva vía… Democracia, llaman al invento los aliens venidos del barrio de Urano… que ha de llevarlos directos al Otro Universo.

Pueden prometer... y prometen.

Y es este justo aquí cuando el Topo calló, cortando la transmisión. Justo cuando los nuevos siervos empiezan a erigir estatuas de oro en reconocimiento a los nuevos Amos… fuentes de todo conocimiento, luz y progreso. Pues antes de su llegada el ciudadano estaba perdido, y con ellos se abrieron las aguas del Cielo Rojo.

A partir de ahí, nada. Desarrollo, nudo, final, desenlace, título, independencia... Nada. Nadie sabe nada. Ni la crítica, ni el público, ni los productores, ni el director… nadie.

Todos aquellos que fueron tan inconscientes de comprar el ticket de entrada siguen dentro de las salas, abducidos por la película. Como ocurre con los terrícolas hispánicos protagonistas del esperpento, la grada también permanece hipnotizada bajo el influjo del karma de esos extraterrestres con aspecto de rata.

Apiñados sesión tras sesión, su número aumenta a ritmo acelerado, mientras por las calles, Monos, cada día se ve menos ciudadanos. Cada día están más vacías de Vida, y más sembradas de Nada.

Cada día somos menos los ajenos a la hipnosis colectiva del momento.


Advertidos quedáis.

10 comentarios:

Tío Chinto de Couzadoiro dijo...

Sí, amigo Herep, esos navegantes de los espacios interestelares nos han traído una democracia pocha. Y, ahora que se han ido, ¿a quién reclamamos?
Un cordial abrazo.

CLAVE dijo...

¡¡ Que bueno !!.. estoy como los que están dentro de la sala, hipnotizada, me cuesta decir lo que siento después de leer tu articulo, solo te repito ¡¡ Que bueno !!.. Ademas de, puedo prometer y prometo...Que seguiré leyendo lo que escribas..saludos..

candela dijo...

Lástima que ningún visionario, a la vista de tanto platillo volante, se decidiese a sacar una lanzadera de obuses para destripar a estos engendros uno a uno.

Sin contar con la de virus y miasmas que existen en el espacio exterior, por los que fuimos contagiados todos con enfermedades como la estupiditis aguda y la gastroenteritis banderiforme.

Como dices que la peli continúa eternamente, deduzco que nunca se inventó una vacuna contra tales males..

Old Nick dijo...

APLAUSO Y CARCAJADA AMARGA SIN FIN, HERMANO HEREP.
Excelente Película, QUE SIN DUDA, DEL CINE, PASARÁ A LA TDT CASERA DE CADA HIJO DE VECINO...
¡Y FIN DE LA CIVILIZACIÓN TERRESTRE!
¿ALLIENS Y DE URANO?
Me Temo Que el Timo es Completo,Pues Estos "INVASORES" Son TERRESTRES Como Tú y Yo...
De Anglo-Yankylandia Para Ser Más Exactos y Concluyentes.
¡Menuda JETA TIENEN, Hacer Creer a la Gente Que Son del ESPACIO EXTERIOR!
Lo Que Habría que Hacer Es Montarles Un Bonito y Serio PLANTE A TODOS DE UNA VEZ...
La Gilipollez Inducida Sólo les Es Útil Con los que Ya lo Son de Origen y GENES.
Pero Como Bien Dices, Todavía Quedamos Algunos INMUNES A SUS "ARMAS PSICOTRÓNICO-IDIOTIZADORAS" Y Dispuestos, Con ARMAS ANTÍGUAS PERO DE PROBADÍSIMA EFICACIA, COMO EL "TIRACHINAS" La "HONDA" o EL SIMPLE ARCO Y FLECHAS, A "DESRATIZAR NUESTRO PLANETA Y PAÍS"-
Un Abrazo Genio de los Relatos y los Guiones "PELICULEROS".
Brindis
Buen Verano
y
¡¡RIAU RIAU!!

Anónimo dijo...

Pues es verdad que la hipnosis dura ya casi 40 tacos y es la historia de unos bobos idiotizando a millones de tontos. Y es que la peña se traga cualquier peli.
Saluditos.

Herep dijo...

Tío Chinto,

Yo creo que todavía no se han ido. Han mutado, pero siguen entre nosotros.

Así que, además de no poder reclamar, no tenemos a nadie a quien hacerlo.


Un abrazo.

Herep dijo...

Gracias, Clave.

Espero que logres escapar del embrujo de tan zalamero encantador.

Un abrazo.

Herep dijo...

Lo siento, Candela.
La amenaza del espacio exterior vino para quedarse. Un tiempo, al menos. Hasta que todo quede mortalmente seco.

Las lanzaderas de las que hablas, Candela, estaban apuntando hacia los coches de la Guardia Civil y del Estado de Derecho.

Un abrazo.

Herep dijo...

Son muchos años insuflando el miedo a la amenaza que viene del otro lado de la Galaxia, Old.
Demasiados años inyectando en vena hombrecillos verdes, rojos o azules tocando cantinelas al tiempo que se abren los cielos.

No se dan cuenta de que la amenaza, la caja de Pandora, está bien cerca de nosotros... a tocar con los dedos... tras las cortinas...

Pobres. Están en la Luna.

Un abrazo, maestro. Me alegro ver que está usted otra vez en la primera linea del frente.
Brindo por ello... y por nuestros arcabuces.
¡Riau!¡Riau!

Herep dijo...

ES la magia del séptimo arte, Zorrete... convertir la realidad en ficción, y la ficción en realidad.

Para la mayoría, todas las películas están basadas en hechos reales. Menos las de cine X.

Un abrazo.